El decálogo, creado para promover un turismo sustentable y que contribuya a la conservación de ecosistemas marinos y costeros, fue elaborado de manera participativa desde el año 2024 con el trabajo conjunto del Proyecto GEF Gobernanza Marino Costera implementado por FAO, instituciones públicas, centros de investigación, ONGs, personas emprendedoras y comunidades locales.
El Decálogo de Buenas Prácticas para el Turismo Marino-Costero es un documento elaborado para promover una actividad que respete y cuide las costas y el mar de Chile.
Este instrumento es ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente junto con la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA), el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA) y nace del Proyecto GEF Gobernanza Marino-Costera, impulsado por Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO Chile).
Uno de los propósitos centrales del decálogo es generar una contribución que disminuya los impactos que puedan provocarse en la naturaleza a través de la actividad humana. Su elaboración se realizó a través de reuniones, talleres y espacios de diálogo donde participaron autoridades, organizaciones sociales, pescadores(as), emprendedores(as) turísticos, guías locales y centros de investigación.
En este proceso fue fundamental el trabajo del Gobierno Regional de Aysén, SERNAPESCA, SERNATUR, CONAF, Destino Coquimbo de CORFO, el Programa Estratégico Regional de Turismo Aysén-Patagonia, CEAZA y de múltiples trabajadoras y trabajadores del turismo costero marino tanto del norte como del sur de Chile que participaron en seminarios de turismo azul y clínicas prácticas en Cisnes (Aysén), Caleta Chañaral de Aceituno (Atacama), Punta de Choros y La Serena (Coquimbo).
Maximiliano Proaño, subsecretario del Medio Ambiente, señaló que “este decálogo de buenas prácticas es un paso clave en la consolidación de un turismo marino costero sustentable en Chile, ya que reconoce el valor de nuestros ecosistemas y el rol fundamental que tienen las comunidades que los resguardan. Desde el Ministerio del Medio Ambiente valoramos este esfuerzo conjunto que orienta la acción pública y privada hacia un modelo de desarrollo más responsable y armónico con la naturaleza”.

“El decálogo surgió como una conclusión y desafío directo del seminario y clínicas ‘Destinos Azules’, celebrado en la Región de Coquimbo en 2024. Ahí los participantes identificaron la necesidad crucial de educar y preparar tanto a turistas como a operadores que visitan las reservas (…) A esto se incorporaron elementos clave para una operación turística responsable tales como la información normativa para la realización de actividades de turismo aventura, incentivo a la formalización de los servicios turísticos y el cumplimiento de los planes de manejo de cada área protegida. Este documento es una herramienta integral que busca elevar los estándares del turismo marino costero en la región”, expresó Jorge Robledo, director (s) y encargado de la sección de desarrollo regional de SERNATUR Coquimbo.
De esta manera, recoger experiencias reales de quienes conocen el territorio y sus desafíos permitió obtener un resultado que no es una lista rígida de reglas, sino un acuerdo colectivo sobre cómo hacer turismo de manera más respetuosa y beneficiosa para todos.
Las integrantes de la agrupación de Creadoras Rurales del Turismo Consciente del Archipiélago de Humboldt (CREARH) señalaron que “valoramos enormemente el esfuerzo y dedicación para llevar a cabo este decálogo, que busca que entre todos los actores del turismo hablemos un mismo lenguaje, brindándonos un marco común”. Asimismo, consideran relevante la inclusión del “concepto de trabajo colaborativo sobre todo enfocado entre los actores territoriales para que de este modo tanto la comunidad como el visitante se vean favorecidos”.
Manuela Erazo, coordinadora nacional del Proyecto GEF Gobernanza Marino Costera de la FAO afirmó que el decálogo “refleja el espíritu colaborativo que ha guiado nuestro trabajo en el Proyecto GEF Gobernanza Marino Costera. Su construcción participativa demuestra que es posible articular la experiencia local, el conocimiento científico y la gestión pública para promover un turismo que conserve los ecosistemas y fortalezca las comunidades costeras. Es un avance concreto hacia una gobernanza más justa y sustentable de la zona costera e Chile.”
Desde el Programa CORFO “Transforma Turismo Región de Coquimbo”, el gerente Felipe Rojas, indicó que como organismo tienen como objetivo “involucrar tanto a los actores públicos como privados en el desarrollo de iniciativas de una hoja de ruta para un turismo sustentable, lo que involucra por supuesto responsabilidades y desafíos, este decálogo representa el inicio de un proceso importante que es determinar un camino hacia donde dirigimos el turismo en nuestros territorios costeros, sobre todo aquellos que tienen un potencial turístico internacional de intereses especiales”.
Principales recomendaciones del decálogo
Entre las recomendaciones del decálogo se destaca la importancia de proteger la naturaleza y el patrimonio cultural. Se enfatiza que las actividades turísticas deben realizarse con seguridad, siguiendo protocolos que resguarden tanto a las personas como a los ecosistemas marinos y costeros.
Asimismo, se promueve un turismo libre de discriminación y violencia, para asegurar entornos seguros y respetuosos para niñas, niños, mujeres, personas con discapacidad y visitantes en general.
El documento también recuerda que el turismo debe respetar la normativa vigente y las indicaciones de las instituciones encargadas de fiscalizar estas actividades. Esto es especialmente relevante en áreas protegidas, donde existen reglas específicas para evitar daños en ecosistemas frágiles. Además, se invita a incorporar la identidad local en los servicios turísticos, poniendo en valor la historia, la cultura y las relaciones que las comunidades han construido con su entorno.
Otro punto clave del decálogo es fomentar la conciencia ambiental entre los visitantes. Informarles a los turistas sobre la importancia de cuidar el lugar que están visitando ayuda a crear una experiencia más responsable y significativa. También se destaca la necesidad de que quienes trabajan en turismo participen en espacios de organización y coordinación territorial, para que las decisiones sobre el uso de las zonas costeras se tomen de manera justa y comunitaria.

Se propone avanzar en la formalización de los servicios turísticos, mantener registros de visitantes y fortalecer la colaboración entre emprendimientos. De esta manera, la actividad turística puede convertirse en una fuente de desarrollo local que respete la naturaleza, fortalezca la identidad cultural y mejore la calidad de vida de quienes habitan los territorios costeros.
Johanna Zajc, ejecutiva del programa Per Turismo Aysén y a cargo de esta iniciativa en esta zona, indicó que «el lanzamiento de este decálogo marca un hito esencial para regiones como Aysén. Evaluamos este documento como una hoja de ruta fundamental que alinea el crecimiento económico con la conservación marina, un desafío crítico en la Patagonia. Nos proporciona las herramientas claras y consensuadas que el sector necesita para garantizar experiencias inolvidables, minimizando el impacto. Es la base para construir un turismo responsable, resiliente y de alto valor que proteja nuestra invaluable biodiversidad costera».
Acápite de reglamentos y normativas asociadas al turismo Marino Costero
Sumado a las recomendaciones del decálogo se encuentra un acápite con 28 normativas y sus respectivos accesos online que tienen como objetivo orientar a operadores y proveedores de turismo en la entrega de prestaciones en conformidad con la reglamentación actual.
Con esto se busca entregar de manera más accesible información de fuentes oficiales para las actividades turísticas.
Junto con el lanzamiento oficial, se realizarán una serie de webinars online que serán anunciados a través de las redes sociales.